lunes, 1 de marzo de 2010

La espera desespera..




Muchas veces nos sentimos desilusionados por los demás.. Ya sea por una actitud equivocada, una mirada distante, una mala cara o una palabra erronea.

Pero, ¿cuál es el mayor problema? Siempre estamos esperando algo de los demás. Prejuzgamos. Queremos manejar las situaciones, hasta incluso idealizamos al otro. Y es justamente ahi donde se acentúa este desánimo.

Manifestamos que estamos conformes con nosotros mismos a la vista de los demás, pero no es nada cierto. En cada contacto estamos esperando que este actúe como queremos. Y, como si fuese poco, nosotros actuamos como creemos que al otro le gustaría. No siempre somos ni autenticos ni diferentes, solo buscamos agradar que es lo que en algun punto nos hace feliz, ser reconocido.

Entonces, ¿Por qué esperar de los demás? Porque estamos constantemente predispuestos a encontrar esa otra mitad que hasta la disfrazamos con pensamientos, la vestimos de los colores que preferimos y la adoramos por lo que creemos que es...

La disputa surge cuando llegan las doce y el hechizo se rompe. De nada sirve pensar en lo que hubiese sido, si ni siquiera nosotros confiamos es que podia ser.

0 comentarios:

Publicar un comentario