miércoles, 5 de mayo de 2010

Es indescriptible para los demás saber lo que uno está pensando. Es inesperado como se puede reaccionar ante una misma situación. No hay verdades absolutas, ni grises eternos. La calidad de vida es tan relativa como la manera en que decidimos despertar. Los horizontes pueden acercarse o detenerse sin razones visibles. Una palabra basta para lastimar un corazón. Mientras haya vida, todo se transforma. No hacen faltas mentiras, sino pensar en todas las realidades. No hace falta inventar una historia solo mirar alrededor.

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